La gripe o influenza es una enfermedad viral respiratoria muy contagiosa. Por lo general, la mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo en algunas personas en las cuales tienen indicación de vacunación, la infección puede conllevar graves complicaciones. La gripe se transmite por contacto de secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se eliminan al toser o estornudar y de superficies y objetos contaminados con estas secreciones.

¿Quiénes deben recibir la vacuna antigripal?
• Personal de la salud
• Embarazadas, en cualquier momento de la gestación.
• Todos los niños de 6 a 24 meses (deben recibir dos dosis separadas por al menos 4 semanas).
• Niños y adultos de 2 años a 64 años con enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos y trasplantados, personas obesas con índice de masa corporal mayor a 40, diabéticos, y personas con insuficiencia renal crónica en diálisis.
• Personas mayores de 65 años.
• Convivientes de enfermos oncohematológicos.
• Convivientes de bebés prematuros menores de 1.500 g. entre otros.

Síntomas
Entre los síntomas figuran fiebre mayor a 38°C, tos, congestión nasal, dolor de garganta, de cabeza y muscular; y malestar generalizado.

¿Cuándo vacunarse?
Es recomendable vacunarse durante el otoño, antes del momento de mayor circulación del virus de la gripe. De todas formas, en caso de no haberse vacunado y pertenecer a los grupos de riesgo, la vacunación puede ser efectuada mientras haya circulación viral en la Argentina.

Consejos
Lavado frecuente de manos con agua y jabón. Cubrir la boca y la nariz al toser y estornudar, y lavarse las manos inmediatamente. No automedicarse sin una previa consulta médica. Ventilar bien la casa cuando sea posible.